un espectacular paisaje kárstico

Sa Calobra y el Torrent de Pareis

Uno de los rincones con más encanto de la isla es el Torrent de Pareis, un escenario majestuoso por su sobrecogedor paisaje y naturaleza de gran romanticismo. El torrente desemboca en Sa Calobra, a la que se puede llegar bien en vehículo terrestre por una carretera muy ventosa, bien en una de las excursiones turísticas en barco que parten del Puerto de Sóller.
El arroyo está formado por acantilados, pozas de agua estancada e inesperadas formaciones rocosas. Se trata de uno de los paisajes kársticos más espectaculares de Mallorca, con hasta 300 especies de flora y fauna, el 10% de las cuales son endémicas de la zona. Es un remanso de profundo silencio, aunque una vez al año la música clásica reverbera en estos acantilados.
Todo empezó con audiciones íntimas hacia 1964, pero ahora los conciertos atraen a miles de personas cada verano, todas ellas deseosas de disfrutar de la magia de la música en un entorno único.

el punto más septentrional de Mallorca

Cap de Formentor

Situado en el extremo norte de la isla, entre las montañas y el mar, Cap de Formentor ofrece una vista panorámica asombrosa. Una carretera serpenteante desde el Puerto de Pollença le lleva a la primera parada, el mirador, desde donde maravillarse con la playa. La segunda parada permite al visitante disfrutar de una playa cuyas aguas turquesas parecen salidas directamente del cielo

Encanto mágico

Cuevas del Drach

Las Cuevas del Drach son, sin duda, las más populares de la isla. Desde 1935, los visitantes pueden realizar un recorrido de un kilómetro que atraviesa seis lagos subterráneos. Hay lugares sorprendentes, como el «Teatro de las Hadas» o el «Baño de las Dianas». Al final de la visita, los clientes asisten a un concierto de música clásica en el lago Martel, acompañado de un espectáculo de luces.